Bueno para mí.
¡Nuestro café es tan bueno que lo puedes tomar solo y sin azúcar!
Somos de los pocos países del mundo en los que se toman cafés torrefactos o mezclas, que son cafés a los que se les añade azúcar durante el tostado.
También consumimos muchos cafés de baja calidad que se enmascaran con tuestes muy altos que les dan un sabor amargo y aroma a quemado.
Todos estos problemas se acentúan con el café en cápsulas.
En Filantrópico solo ofrecemos cafés de especialidad, con el tueste justo para preservar todos los aromas y sabores que el terreno y el clima transmiten a cada grano.
Un café es especial o de especialidad, cuando ha sido catado por un experto Q-Grader y ha obtenido más de 80 puntos según los estándares de la Specialty Coffee Association
Los cafés de especialidad son dulces y tienen una deliciosa acidez. Cada uno de ellos tiene unas características que lo hacen único.
Bueno para los demás.
Porque cuando tu café ayuda a los más vulnerables lo disfrutas más.
Es posible producir café a bajo precio. Basta con bajar la calidad, pagar una miseria a los agricultores, optar por enormes extensiones de cultivos superintensivos y priorizar el ahorro de costes sobre cualquier otro interés en juego.
Esas prácticas fuerzan a los jóvenes a emigrar a otros países en busca de oportunidades.
Cuando los jóvenes se van, las comunidades se apagan y con ellas desaparecen
culturas centenarias.
Queremos que nuestro café beneficie a todos, especialmente a los más desfavorecidos.
* Pagamos a los agricultores más por su café y compartimos con sus comunidades el 25 % de nuestro beneficio.
* Creamos empleos de calidad para personas con discapacidad y para personas en riesgo de exclusión.
* Donamos todos los beneficios a causas sociales
* Destinamos todos los beneficios a causas sociales. Todos los beneficios se donan a proyectos sociales que generan impacto en seis áreas: Discapacidad, mayores, mujeres, infancia, enfermedad y clima.
Bueno para el planeta.
El problema: muchos no lo saben, pero el café puede provocar graves daños ambientales.
Para conseguir grandes cantidades de café a bajo precio, se talan selvas y se deforestan terrenos en los que se instalan enormes fincas con miles de cafetos plantados en hileras expuestas al sol, que luego se trabajan con grandes máquinas que sustituyen la mano de obra local. Esto genera grandes emisiones de CO2 a la atmósfera, daña los suelos y acaba con la biodiversidad de los ecosistemas.
Para producir mucho en poco tiempo, se utiliza mucha agua y muchos productos químicos con gran huella de carbono.
Cientos de millones de cápsulas se fabrican cada día, consumiendo enormes cantidades de energía y de materias primas como el aluminio y el plástico. Cientos de millones de cápsulas recorren cada día miles de kilómetros en barcos y camiones, consumiendo energía y emitiendo millones de toneladas de CO2.
Hay cientos de millones de tazas de café que cada día dejan ingentes cantidades de residuos, en forma de cápsulas usadas, envases no reciclables o vasos desechables. ¡Cientos de millones cada día!
La propuesta de Filantrópico: la mejor taza de café es la que menos daña la naturaleza.
Las cápsulas compostables tampoco son una solución.
* Porque consumen materias primas y energía.
* Porque generan residuos innecesarios.
* Porque estropean el café.
* Porque solo se pueden compostar en plantas industriales de las que no disponen la mayoría de los municipios.
* Porque su fabricación da lugar a problemas de consumo de materias primas,de consumo de energía y de huella de carbono.
* Porque no son capaces de trasladar la calidad del café a la taza.
* Porque si sustituimos los envases plásticos y metálicos por materiales compostables, que provienen de fuentes vegetales, tendremos que incrementar brutalmente las extensiones de cultivo de esos vegetales. Eso supondrá deforestar ecosistemas completos, usar millones de toneladas de químicos y generar enormes huellas de carbono.
¡No tiene sentido hacer eso para encapsular café cuando encima empeora la calidad de cada taza!
Se trata de café que proviene de pequeñas parcelas en las que los agricultores plantan los cafetos bajo los árboles. Como no se deforesta, preservamos el ecosistema y la biodiversidad y reducimos la huella de carbono.
Para crear un bosque en una zona deforestada de Teruel que ayude a absorber CO2 y recuperar la biodiversidad