Nuestro primer millón.

Hace dos años lanzamos una propuesta diferente. Utilizar las tazas de café para cambiar vidas.

 

Hoy marcamos un hito. Junto a las empresas que nos han otorgado su confianza superamos el millón de tazas anuales destinadas a cuidar de los demás y del planeta.

 

Filantrópico es mucho más que un simple café. Es el café de las buenas personas.

 

Una empresa 100 % social, sin ánimo de lucro en la que todas las decisiones buscan maximizar el impacto social, y eso se refleja en nuestra cadena de valor.

 

Todo comienza en origen. De la mano de Ethichub compramos nuestros granos a pequeños caficultores de Chiapas, México, que trabajan bajo los principios del comercio justo y del cultivo sostenible. La finalidad es que prosperen y mejoren sus condiciones de vida.

 

Ese café que nos llega en verde lo tostamos en Madrid en pequeños lotes de 10 kilos. Es un proceso importante en el que además de los cinco sentidos ponemos todo nuestro cariño.

 

Y a continuación sucede lo más bonito. Nuestro equipo de operaciones se encarga de que todos los clientes reciban su café en el momento exacto y de que tengan sus máquinas Jura en perfecto estado. También realizan las operaciones de logística inversa que nos permiten recuperar todos y cada uno de los envases reutilizables que dejamos a nuestros clientes. Es un equipo muy especial, formado íntegramente por personas con discapacidad intelectual.

 

Creemos firmemente en el poder transformador del empleo. Creemos que el trabajo puede cambiar la vida de las personas. Por eso ellos son el corazón del proyecto.

 

Hemos llegado a este hito del millón de tazas gracias a cada uno de nuestros clientes y, con cada una de ellas, contribuimos a mejorar el mundo.

 

Esto es solo el comienzo.

Cambiemos el mundo, taza a taza.

 

Javier Sanz, co-fundador.